Desde Valparaíso, Aural transforma el sonido en experiencia sensorial. El dúo, integrado por Ignacio Muga y Gonzalo Serrano, explora los límites entre música, tecnología y arte, fundiendo improvisación, emoción y experimentación en vivo.
Aural encarna la fusión entre música, tecnología y artes escénicas. Su propuesta cruza fronteras sensoriales: improvisación sonora, experimentación digital y diálogo constante con la danza, la poesía, las artes visuales y la performance. Abiertos a la exploración y al cruce con nuevas disciplinas, el dúo concibe su trabajo como un laboratorio vivo donde cada colaboración amplía los límites de lo posible. Desde Valparaíso, su búsqueda se expande como una corriente creativa que transforma la escucha en experiencia.
“Nos conocemos hace 30 años. Partimos tocando rock —progresivo y más tradicional—, aunque nuestras formaciones son clásicas (percusión y guitarra). Tras periodos en que cada uno trabajó con sus bandas —incluso viviendo en Europa— nos reencontramos y Aural surge como la decantación de ese proceso. Es experimentar a través del oído: de ahí el nombre. Nuestro símbolo, un círculo abierto, alude a fusionarnos con otras disciplinas: poesía, pintura, teatro, danza”, explica Gonzalo.
Ignacio complementa: “En la adolescencia ya improvisábamos sesiones larguísimas. Con Aural retomamos ese espíritu: ‘chipe libre’ a la creatividad en tiempo real. Ha sido una experiencia maravillosa.”

Del rock progresivo al arte inmersivo
Después de la pandemia, ambos músicos retomaron el trabajo conjunto. “Volví a Chile a fines de 2022 y retomamos. Llevamos dos años”, dice Ignacio. En paralelo, confiesan estar en plena expansión. “Hay muchas conversaciones en curso con pintores, bailarinas, actrices. Lo inmediato: el 12 de diciembre haremos ‘Aural Muga–Serrano’ en el Salón Principal del Palacio Rioja, Viña del Mar. Entrada liberada”, detalla Gonzalo.
Uno de los sellos de Aural es su diálogo con las artes visuales y experiencias inmersivas. Ignacio describe la primera colaboración interdisciplinaria con el artista local Ignacio Saavedra “El Óptiko”, a la que llamaron Aural Óptiko: “Montamos dos formatos: un show 3D inmersivo —sala cerrada, humo y proyección de rayos— con improvisación sonora en vivo; y, para Mercado Puerto (por luz y dimensiones), un formato 2D con visuales proyectadas en muro. En ambos casos, diálogo entre imagen y sonido”.
El cruce experimental provoca reacciones decididas. “Genera posturas: hay gente que nos ama y gente que nos odia. Uno de los mejores piropos que recibí fue: ‘Me carga lo que haces, pero es realmente de calidad’. Para nosotros, provocar algo es importante. Más que gustar a todos, buscamos mover al público, con oficio y cuidado por la calidad”, comenta Gonzalo. Ignacio coincide y subraya que, aunque es un trabajo de nicho, en Valparaíso existe circuito y audiencia: “Es de nicho, pero hay circuito sonoro en Valparaíso y público para estas búsquedas. Las redes ayudan a que esos nichos se encuentren”.
Cruces disciplinares y visión de futuro
El futuro inmediato mira a la interdisciplina. “Soñamos con experiencias totalmente interdisciplinarias: teatro, danza (del ballet clásico a lo contemporáneo), pintura y poesía. Un ejemplo reciente fue ‘Mediamorfosis’ en el Municipal de Viña: la artista Isidora Bonnet mapeó con láser la cúpula, y la música era nuestra. Fue un hito para darnos a conocer en esta nueva etapa”, dice Gonzalo. Y aunque Aural cumple apenas dos años, Ignacio recuerda que el lenguaje que hoy tocan se apoya en tres décadas de práctica compartida: “Nos sentamos, nos miramos y empezamos: eso no se arma en dos años”.
La base técnica y tecnológica también distingue al dúo. “Hay mucha tecnología incorporada. Mi set es una batería híbrida, con parte digital, secuencias y loops: hoy es ‘cualquier cosa menos sólo una batería’. Eso exige estudio constante. Más allá de la técnica juvenil, es investigación de instrumento y disciplina”, explica Gonzalo. Ignacio complementa: “Trabajo con efectos de última generación y su mezcla en vivo. Ensayamos dos veces por semana y ambos tocamos a diario. La tecnología amplía posibilidades, pero lo central es transferir estados emocionales al instrumento: a veces la improvisación sale más oscura o más luminosa según cómo lleguemos”.

En sus trayectorias personales, ambos cruzan formación artística y oficios fuera del escenario. “Estudié percusión clásica desde los 11 (mi profesor fue Tilo González, baterista de Congreso) y soy ingeniero industrial PUCV. Trabajo en una empresa naviera y convivo con ambos mundos”, cuenta Gonzalo. Ignacio, por su parte, se formó con profesores particulares como Ismael Cortés (guitarrista de Trío). “Estudié Matemáticas y soy académico del Instituto de Matemáticas de la PUCV, en Cerro Barón. Por posgrados he vivido fuera varias veces, pero mantengo práctica diaria de guitarra”.
La autogestión ha sido el hilo conductor de su trayectoria. “Aural es autogestionado y no es fácil. Por eso valoramos estos espacios de difusión y conexión con el ecosistema creativo”, concluye Gonzalo.
Próxima presentación
Aural Muga–Serrano (música en estado puro)
📍 Salón Principal, Palacio Rioja Viña del Mar
🗓 Viernes 12 de diciembre (horario por confirmar)
🎟 Entrada liberada
Escucha y sigue a Aural
🎧 Aural en Spotify:
Instagram: @aural_ms
Mediamorfosis 2025 muni viña – Bonnet Estudio con música de Aural:



