La semana pasada se formalizó la Asociación Gremial Audiovisual de la Región de Valparaíso, un nuevo espacio que reúne a más de 20 empresas y profesionales del sector para fortalecer la creación, la colaboración y el trabajo audiovisual en el territorio. Su nacimiento no fue casual: surge tras un proceso de articulación que pudo concretarse gracias a un fondo adjudicado a través de Valparaíso Creativo, el cual permitió reunir voluntades, ordenar visiones y dar forma a una organización que busca transformar el ecosistema regional desde dentro.
El anuncio se realizó en el marco de la inauguración de la línea Industria del 37° Festival Internacional de Cine de Viña del Mar (FICVIÑA) en el Palacio Rioja, marcando un hito para el ecosistema audiovisual regional. Esta nueva asociación busca ordenar, representar y proyectar al sector audiovisual, generando mejores condiciones laborales, fortaleciendo el trabajo colaborativo y abriendo nuevas oportunidades para la economía creativa del territorio.
Conversamos con Michel Toledo, académico y cineasta, coordinador del gremio; y con Valentina Grau, docente UVM, co–directora del Foro de Coproducción Audiovisual Regional, también coordinadora del gremio, para conocer los desafíos, oportunidades y proyecciones de esta nueva organización.
– ¿Cómo nace la iniciativa de conformar el nuevo gremio audiovisual de la Región de Valparaíso y qué necesidad concreta vino a responder?
Michel: “Esta iniciativa surgió a partir de una experiencia que llevamos realizando desde hace algunos años, que se llama Foro de Coproducción. El Foro de Coproducción es un mercado de cine que nace para disminuir la brecha que existe entre jóvenes realizadores que buscan sus primeros trabajos o insertarse en el rubro audiovisual, y los empleadores que necesitan contratar nuevos talentos. La idea es facilitar ese encuentro: por un lado, los empleadores con sus necesidades de contratación; por otro, cineastas y comunicadores audiovisuales que presentan sus primeros proyectos y ofrecen sus primeros trabajos.
La idea central es generar ese match, esa articulación. A lo largo de las versiones que hemos realizado, varias de las empresas participantes manifestaron la inquietud de juntarse y trabajar de manera colaborativa. Lo que hicimos fue recoger esa inquietud y canalizarla a través del propio evento.
Este año pasó algo muy bonito: varios productores que se sumaron a la tercera versión del Foro de Coproducción —para participar como una especie de “cazatalentos”— decidieron involucrarse activamente en la conformación de este gremio. Al principio no teníamos tan claro si iba a ser un gremio como figura formal; lo pensábamos más como un proyecto de asociatividad y no sabíamos qué forma tomaría. Esa forma se fue construyendo de a poco, reunión tras reunión, diálogo tras diálogo, debate tras debate, hasta que se formó un grupo lo suficientemente sólido en torno a la idea de constituir un gremio como figura principal para el desarrollo de este proyecto asociativo.
Como gremio todavía estamos trabajando en afinar los objetivos, pero, en lo esencial, buscamos que en el corto, mediano y, sobre todo, largo plazo, podamos impactar en la mejora de las condiciones de trabajo de las personas de nuestro rubro dentro de la región. También queremos ser articuladores del ecosistema, no solo desde lo empresarial o lo productivo, sino dialogando con instituciones públicas, privadas, universidades y todas las figuras relevantes que forman parte de este ecosistema audiovisual. Queremos ser parte activa de ese entramado, para potenciarlo y permitir que todas y todos podamos vivir de lo que nos gusta.”
– ¿Quiénes integran actualmente el gremio audiovisual y qué tipo de profesionales, productoras o colectivos forman parte de esta primera etapa?
Michel: “El gremio está integrado actualmente por alrededor de 25 miembros. De ellos, cerca de 15 son empresas formalizadas y el resto son personas naturales que están en vías de formalización, pero que también llevan un buen tiempo trabajando en el sector.
Tenemos un cruce intergeneracional bien interesante: empresas con mucha experiencia y trayectoria, tanto en la región como a nivel nacional, que han desarrollado proyectos de cine, televisión y servicios creativos; y, al mismo tiempo, productores jóvenes que han egresado de escuelas de cine y audiovisual de la región en los últimos cinco años. Muchos de ellos han pasado por el Foro de Coproducción y hoy buscan trabajar de manera colaborativa, articularse y reconocerse en un sector que muchas veces parece no existir o no estar organizado.
Justamente ahí está parte del trabajo que queremos realizar como gremio: ordenar, visibilizar y fortalecer a quienes ya están trabajando en el audiovisual regional.”
– Desde tu perspectiva, ¿cuáles son hoy los principales desafíos que enfrenta el sector audiovisual regional en términos de trabajo, financiamiento y circulación de obras?
Michel: “Creo que uno de los principales desafíos del sector audiovisual regional es, primero, reconocernos como sector. Ha existido una dificultad histórica en la región para reconocernos y trabajar colectivamente, y eso ha fragmentado la fuerza, la energía y también las posibilidades de diálogo para construir algo en conjunto.
Hoy, el contexto es distinto: el desarrollo de programas, políticas y leyes vinculadas al arte, la cultura, el patrimonio y las industrias creativas —y lo que está ocurriendo en particular en la región— nos permite aprovechar esta instancia para posicionar preguntas fundamentales. No todas las personas del rubro audiovisual se dedican a la creación de obras; también existen los servicios. Ahí se genera una discusión interesante sobre dos mercados: el mercado de servicios, que trabaja con clientes de cierto tipo, y el mercado de la obra, que también tiene clientes, pero de otra naturaleza y con circuitos muy distintos.
Entonces, uno de los desafíos es pensar cómo potenciar y articular las distintas sinergias del ecosistema audiovisual regional. Eso implica mirar no solo a las empresas, sino también a los circuitos de circulación: quienes hacen obra, las salas de cine existentes, los canales de televisión —digitales o no—, las escuelas, los centros culturales, y también mirar más allá de Valparaíso y Viña del Mar, hacia otras provincias de la región.
Debemos pensar en la formación, en la internacionalización, en los flujos de trabajo que existen y cómo potenciar todo eso. Aquí hay muchas capacidades instaladas y mucho talento; a veces faltan herramientas, dispositivos y voluntad para hacer que esos conceptos dialoguen y se unifiquen. Esa articulación integral es parte de los grandes desafíos que tenemos como sector audiovisual regional.”

– ¿Qué líneas de acción o prioridades se han definido para el primer año de funcionamiento del gremio?
Michel: “Hasta el momento, nuestras prioridades son, en primer lugar, terminar de constituirnos formalmente. Estamos trabajando en los estatutos, en el diseño de nuestra imagen gráfica, en la marca y en todo lo que implica construir identidad gremial.
En paralelo, estamos desarrollando comisiones de trabajo que nos permitan orientar los esfuerzos y definir con claridad hacia dónde apuntamos los dardos, por decirlo de algún modo. A partir de ahí podremos elaborar una planificación estratégica para 2026, 2027 y los años siguientes, que nos permita pensarnos no solo como sector, sino con pertinencia en el diálogo con lo que ocurre a nivel internacional, nacional y regional.
Queremos trabajar con las instituciones para afinar aquello que es pertinente tanto para ellas como para nosotros como gremio. Eso implica también mirarnos a la luz de los cambios políticos: estamos en un período de elecciones y eso es relevante para definir nuestras estrategias. La pertinencia de nuestras acciones va a cambiar según lo que ocurra en nuestro macro y microentorno, por eso necesitamos estar muy atentos y atentas. Nuestro objetivo es desarrollar un trabajo de largo plazo, sostenido y con impacto real en el territorio.”
– ¿De qué forma o cuáles serán las actividades que tienen pensado como gremio para la articulación con instituciones públicas, municipios, universidades o festivales como FICVIÑA u otros actores del ecosistema creativo?
Valentina: “Esta asociación gremial nace precisamente desde esa colaboración. Creemos que ahí está una de las grandes fortalezas de este nuevo gremio: no surge solo desde las empresas, sino desde una necesidad que detectamos de generar redes y lazos a partir del Foro de Coproducción.
Primero, desde la formación miramos la pregunta: nuestros estudiantes necesitan contacto con este mundo, ¿cómo empezamos a acercarlos a la industria? A partir de esa reflexión entendimos que para crear lazos no basta con reunir empresas audiovisuales; es fundamental un trabajo colaborativo con instituciones que han mostrado mucho interés, con universidades que ven en esto una oportunidad de vincular la formación con la realidad que les tocará enfrentar a sus estudiantes.
Entonces, aunque hoy hablamos de un gremio audiovisual, ya venimos con el impulso y el respaldo de esta suma de instituciones. Las acciones concretas las iremos definiendo en este mapa de ruta que estamos construyendo. Hasta ahora hemos logrado esta primera etapa de conformación; luego podremos precisar mejor las acciones específicas. Lo que sí tenemos claro es que queremos hablar, comunicarnos, mostrar lo que se está haciendo y fortalecer los vínculos que ya se están creando. Hacia allá vamos.”
– ¿Qué oportunidades ves para posicionar a la región como un polo audiovisual relevante a nivel nacional e internacional?
Valentina: “Hemos sentido una muy buena respuesta. A las instituciones también les parece muy positivo que surja este gremio, porque tiene que ver con algo muy práctico: ¿con quién dialogan? Cuando el sector está muy disperso y hay muchas empresas que no trabajan juntas, universidades, instituciones y programas de financiamiento no saben con quién hablar ni con quién empezar a trabajar en conjunto. En ese sentido, un gremio ordena y facilita mucho ese diálogo.
En cuanto a las oportunidades, vemos un potencial muy real. Somos una región que ya está produciendo, que tiene trayectoria, proyectos, talento y personas trabajando hace años, no solo ahora. Lo que quizás faltaba era reencontrarse, organizarse y decir: mira todo lo que tenemos, ¿cómo lo potenciamos? La industria tiene distintas áreas y ramas, y es importante reconocer cuáles son nuestras fortalezas y por dónde podemos seguir creciendo.
También hay recursos en la región —aunque siempre se necesiten más— y un interés instalado en torno a estas temáticas. Mientras más organizados, compactos y conectados estemos, con más redes y apoyo institucional, más posible se vuelve trabajar a nivel nacional e internacional. Ya hay personas del gremio que están fuera, que han participado en instancias internacionales y están desarrollando proyectos. La idea es que eso crezca y nos beneficie a todas y todos, que sea realmente un trabajo colaborativo y en común.”
– El audiovisual es un sector que combina oficios, tecnologías y trabajo colaborativo. ¿Qué rol crees que cumplirá el gremio en mejorar las condiciones laborales y profesionales del rubro?
Valentina: “Cuando se fortalece un sector que combina oficios, tecnología y trabajo colaborativo, no necesariamente se trata de tener cada vez más empresas en cantidad, sino de reforzar y consolidar lo que ya existe. Al fortalecer lo que hay, el sector se vuelve más competitivo, no en el sentido de competir unos con otros, sino como gremio capaz de levantar la región.
Eso también impacta en algo muy concreto: que nuestros estudiantes no sientan que necesariamente tienen que irse a Santiago u otras regiones porque aquí no encuentran espacio. Uno de los objetivos más importantes de fortalecer lo regional es justamente ese: que vean la región como un lugar donde pueden desarrollarse profesionalmente, con proyectos, redes y oportunidades.
Si nos perfeccionamos, si miramos en conjunto lo que está pasando y nos relacionamos con instituciones y universidades, podemos construir un circuito virtuoso. Eso, por supuesto, es bueno en términos laborales y también para la región en su conjunto. Si hay festivales sólidos, buenas producciones, si vienen proyectos de otros países a grabar aquí porque existen una comisión fílmica activa y productoras capaces de absorber proyectos grandes, se genera un círculo virtuoso para el crecimiento de la industria audiovisual regional.”


– Mirando hacia el futuro, ¿cuál sería para ti un indicador de éxito del gremio en el mediano plazo? ¿Qué te gustaría ver transformado en los próximos años?
Valentina: “A mediano plazo, un indicador clave de éxito sería la consolidación del gremio. Esto es un trabajo de largo aliento; no es la primera vez que se intenta algo así, no estamos descubriendo la pólvora. Ya dimos un primer paso importante al lograr asociarnos y definir algunas metas y objetivos, pero la consolidación toma tiempo.
En esta relación con las instituciones, que ya nos están dando posibilidades y oportunidades, me parece que un hito importante sería contar con un buen mapeo de las necesidades del sector a nivel regional. Es decir, entender qué requiere la industria audiovisual en Valparaíso y la región, y cómo logramos acuerdos para empezar a trabajar sobre eso.
A futuro, el gran desafío es incidir en políticas públicas. De eso se trata también el rol de los gremios: poner temas importantes sobre la mesa, generar discusiones, pensar cómo como país podemos ampliar el campo audiovisual y ser competitivos hacia afuera.
Hay algo más que para mí es fundamental: entender que si nos apoyamos y compartimos, el trabajo se vuelve más interesante y todas y todos salimos más beneficiados. Volver a una lógica de compañerismo y buenas prácticas. No se trata solo de juntarse por conveniencia, sino de elevar la idea de trabajo colectivo, de “si ganas tú, ganamos todos”. Eso también es una gran enseñanza para nuestros estudiantes y para las nuevas generaciones que se suman al sector.”



