Trenzando es una plataforma de cooperación territorial que reutiliza la infraestructura ferroviaria de Chile para conectar comunidades, impulsar procesos creativos y descentralizar el acceso a la cultura, la ciencia y la tecnología.
A través de la Nave Trenzando, un contenedor itinerante que viaja en los trenes de carga, esta iniciativa llega a distintas localidades del país para activar redes culturales, artísticas y comunitarias.
Conversamos con Daniela Gutiérrez, coordinadora general de Trenzando y presidenta del Comité Ejecutivo de Valparaíso Creativo, quien nos cuenta sobre la nueva itinerancia 2025, los aprendizajes del trabajo territorial y la importancia de construir colaborativamente desde los territorios.

¿Cómo y cuándo nace Trenzando, y cuál ha sido la visión que los guía desde sus inicios?
“Trenzando surge en 2015 como una iniciativa que busca reactivar la red ferroviaria nacional desde una perspectiva cultural y comunitaria. Desde el comienzo, nos ha guiado la convicción de que el arte y la colaboración pueden ser motores de transformación social y territorial. Nuestra visión ha sido siempre la de reconectar a las personas a través del patrimonio, resignificando los espacios ferroviarios como lugares de encuentro, memoria y creación”.
¿Quiénes conforman el equipo detrás de Trenzando?
“El equipo está integrado por profesionales de diversas disciplinas —arquitectura, economía, gestión cultural, comunicación, diseño, entre otros— que compartimos una profunda vocación por el trabajo territorial y la creación colectiva.
Si bien existe un equipo estable (Daniela, Silvia y Evelyn), además del equipo de producción y comunicaciones que se suma en las temporadas en terreno, Trenzando funciona como una red en constante expansión, que se nutre de las comunidades y colaboradores que se integran en cada estación”.
¿Qué significa para ustedes regresar a la Región de Valparaíso con esta nueva itinerancia 2025?
“Regresar a la Región de Valparaíso siempre tiene un sentido especial, ya que es el territorio donde nace Trenzando y donde se encuentra nuestra fundación.
El retorno a Llay Llay, después de casi dos años, nos permite reencontrarnos con una comunidad con la que hemos construido una relación muy significativa. Esta visita tiene un carácter doblemente valioso: celebrar los proyectos desarrollados junto a músicos locales durante el año y seguir fortaleciendo los lazos de colaboración que nos permiten proyectar nuevos procesos creativos conjuntos”.
¿Qué tipo de actividades contempla esta edición y cómo se vinculan con las comunidades locales?
“La Itinerancia Trenzando 2025 / Realidades en Tránsito propone una programación diversa que combina arte, reflexión y participación ciudadana.
En esta cuarta edición, la Nave Trenzando se detuvo en Llay Llay y San Rosendo, desplegando actividades abiertas a todas las edades: talleres, laboratorios creativos, proyecciones de cine, experiencias poético-tecnológicas y encuentros musicales con artistas locales y nacionales, como Camila Moreno y Rocío Peña.
Todas las actividades fueron diseñadas en colaboración con representantes comunitarios y organizaciones culturales, fortaleciendo la red que une a las seis estaciones ferroviarias que hoy conforman la Red Trenzando: San Rosendo, Estación Yumbel, Rucapequén, Rungue, Llay Llay y Ocoa.
De esta forma, cada itinerancia invita a las comunidades a ser protagonistas de procesos de creación colectiva, conectando saberes locales con miradas artísticas contemporáneas”.

El proyecto combina cultura, patrimonio e infraestructura ferroviaria. ¿Cómo se articulan estos ámbitos?
“El tren constituye el eje articulador de nuestra propuesta, tanto en su dimensión simbólica como material. Es patrimonio en movimiento, pero también espacio de creación y diálogo. En Trenzando, estos ámbitos se integran en una experiencia que busca reactivar la relación entre pasado, presente y futuro, promoviendo una reflexión sobre el territorio y sus transformaciones”.
¿Qué aprendizajes o transformaciones han observado en los territorios donde Trenzando ha estado presente?
“En los territorios donde hemos trabajado, hemos observado procesos de revitalización simbólica y comunitaria.
El encuentro a través del arte ha permitido recuperar la confianza en lo colectivo y resignificar espacios que estaban en desuso o abandono. Al mismo tiempo, aprendemos de las comunidades: cada lugar nos enseña nuevas formas de colaboración, gestión y pertenencia”.
Desde tu experiencia, ¿cuál ha sido el principal desafío de mantener vivo un proyecto cultural itinerante de esta magnitud?
“El principal desafío ha sido sostener en el tiempo una iniciativa de alcance nacional, tanto en términos logísticos como financieros.
Sin embargo, el verdadero reto está en mantener la coherencia y el espíritu colaborativo que da sentido al proyecto, asegurando que cada itinerancia siga siendo un proceso vivo y comunitario, más que una simple programación cultural”.
¿Qué relevancia tiene para ustedes generar redes con el ecosistema creativo local y programas como Valparaíso Creativo?
“La articulación con redes y programas como Valparaíso Creativo es esencial.
Estas conexiones fortalecen el ecosistema cultural regional, permiten compartir aprendizajes y generar sinergias entre proyectos con objetivos afines. Creemos firmemente que el trabajo colaborativo es la vía para construir un desarrollo cultural sostenible y descentralizado”.
Finalmente, si pudieran resumir el espíritu de Trenzando en una frase, ¿cuál sería?
“Trenzando es un viaje colectivo que une cultura, territorio y memoria para volver a encontrarnos y construir juntos futuros compartidos.”
Conoce más sobre Trenzando aquí: trenzando.com



Fotografías: Rodrigo Salinas



