Por: Valentinne Rudolphy

Magdalena Gordillo y Felipe Padilla desde Algarrobo decidieron apostar por el turismo desde la experiencia de quedarse en un lugar que te brinda desconexión, tranquilidad y naturaleza.

Cabañitas del Bosque es su proyecto, que comenzó primero como una idea que se concretó el 2019, previo a la pandemia. A pesar del encierro, siguieron activos y pudieron resistir todo ese tiempo hasta la actualidad, donde reciben a muchos turistas, especialmente nacionales, por ejemplo, de la Región Metropolitana.

A un poco más de una hora desde Valparaíso, el complejo es de fácil acceso y todo es bastante simple para los visitantes: se agenda por Booking y a través de WhatsApp se coordinan los detalles de la estadía, además de dar las instrucciones de ingreso. Llegas a tu cabaña respectiva (hay tres modelos: tiny houses, contenedores y alpina) de manera independiente, con estacionamiento incluído.

Por mi parte, elegí un modelo contenedor, que tiene una pequeña terraza afuera y arriba, la primera con parrilla y una pequeña instalación para hacer fogatas. Hay una cantidad limitada de casitas, por lo que el ambiente es muy íntimo y  silencioso.

Las tiny houses y contenedores tienen baño y cocinilla, pero las alpinas no, más sí cuentan con una cocina y baños comunitarios de gran nivel, todo muy hermoso y bien habilitado en la zona de esas cabañas.

A la vez, hay muchos árboles rodeando el entorno, realmente dando esa sensación de bosque, que se disfruta especialmente en la terraza superior o en la tinaja, que se puede arrendar por una hora previamente. Sumado a todo esto hay una sala de pool donde se pueden reunir las personas que están quedándose, especial para grupos de amigos.

¿Hace cuánto tiempo están acá en Algarrobo?

– Los dos somos de Santiago y hace cuatro o cinco años me vine a vivir a Algarrobo, mientras que Felipe se vino el 2021.

¿Cómo dieron con este maravilloso lugar?

– La historia es que partió como un proyecto familiar. Son hectáreas que mis papás compraron el año 1990 y siempre lo tuvieron con la idea de invertir, pero nunca se hizo nada. En el 2008 mis padres vinieron a su actual casa de Algarrobo, por lo que como familia empezamos a venir mucho. Esta casa nueva tiene una casa trasera que es con la que comencé a incursionar en los arriendos estilo Airbnb y a todos nos gustó la experiencia. 

Ese fue el enganche para que saliera lo de las Cabañitas, pues empezamos a ver que mucha gente tenía interés en venir a Algarrobo, hasta que un día hablamos de ocupar el terreno y hacer cabañas para que yo las administrara. Acepté y empezamos a buscar qué tipo de inmueble podía ser, a lo que yo tenía ya una fijación con las Tiny house, que hablan de un viaje simple con conexión a la naturaleza. Entonces surgió la idea de hacer cabañas pequeñas.

Después adquirimos los contenedores con una empresa de Algarrobo, que hoy tenemos 9. La última etapa son las del modelo Alpina que es un “glamping” como concepto.

Previamente, ¿qué hacías Magdalena?

– Soy Educadora de Párvulos, salí el 2016. Tenía mis reparos con eso y me fui de viaje a Centroamérica con la idea de reencantarme con mi carrera a través de hacerle clases a niños en comunidades latinoamericanas. Después se me desvió el plan y terminé trabajando en hostales, donde mis padres me fueron a ver y ahí fue el inicio de todo: ya que arrendamos Airbnb y nos encantó la experiencia, de lo que surgió la idea.

¿Y tú Felipe?

– Yo soy Ingeniero Comercial de profesión y empecé a trabajar junto a Magdalena a principios del año pasado, agregando ciertas cosas que se podían mejorar, buscando el mejor servicio posible. Esa siempre es nuestra idea, no quedarnos estancados con un concepto de servicio. 

¿En qué momento comenzaron?

– Todo empezó a principios del 2018 donde comenzamos la construcción, estudiando mucho y revisando proveedores, además de limpiar el terreno. En junio del 2019 ya estábamos recibiendo reservas.

En sus palabras, ¿qué es lo que destaca de este proyecto?

– Creo que la tranquilidad, venir a desconectarte estando relativamente cerca de todo. Pero acá no hay ruido, solo los pájaros. Se puede dormir tranquilo, hay mucha seguridad, también porque vivimos acá y queremos transmitir esa seguridad.

¿Y qué nos pueden contar acerca del turismo de Algarrobo?

– Viene mucha gente de Santiago por ejemplo. Hoy en día Algarrobo tiene mucho que entregar, lo he visto crecer en estos años. Ahora hay una vida más constante, tiene más actividad y tiene muchos locales comerciales y gastronómicos, además de tener la atracción de ser parte del Litoral de los Poetas. 

La estadía es realmente amena, siendo el entorno muy pacífico como hemos destacado. El cantar de los pájaros es el sonido que abunda y las instalaciones son muy cómodas y perfectas para disfrutar en pareja o en dupla de amigos.
Si quieres saber más sobre Cabañitas del Bosque haz click sobre su nombre y llegarás a su página de Booking, donde podrás conocer los valores, ver imágenes y hacer consultas.