Festival de Teatro Artequín Viña 2022 conmemora su versión número 25, desde el 26 al 31 de enero del 2022 en las instalaciones de Artequín en la Quinta Vergara. Después de la pandemia lograron adaptarse al formato digital, pero este año retoman en un 100% la presencialidad con una nueva escenografía.

De eso y más conversamos con su Director Arturo Rodríguez, quien lleva siete años en la gestión del festival, en entrevista:

¿Cuáles son las nuevas propuesta que trae esta versión número 25?

-Lo nuevo es que traemos tres compañías que son de Santiago en la programación. Normalmente la cartelera era solo de la región, ahora serán solo dos de la región para traer nuevos espectáculos. Además, vamos a hacer un nuevo montaje con una nueva sala de teatro, que tendrá iluminación especial. Además los mismos cinco días tenemos cinco talleres gratuitos enfocados en los niños y las artes escénicas.

¿Cómo ves el impacto de su labor en el público?

-FESTEA es el único festival teatral familiar de la ciudad, eso es importante. Con todas las versiones se ha logrado mantener un público cautivo que vuelve constantemente. Además se complementa con los talleres, con la educación artística que es una necesidad urgente de atender en Viña del Mar. Es primordial hacer cultura, generar diálogo y conversación a través de ella y en la infancia marca una gran diferencia para que los niños y niñas puedan complementar esto en sus vida. Por otra parte, la presencialidad y presentaciones son vitales para los actores y compañías.

¿Cómo es esta relación con el público que mencionas?

– Fortalecemos la relación a través de la creatividad con las audiencias, por lo que les entregamos distintos lenguajes desde las artes escénicas, como el circo y el clown. Con la pandemia hicimos una Escuela online para mantener ese vínculo. Entonces siempre mantenemos al público conectado con el teatro y eso se valora y la gente regresa.

El público que tenemos es muy particular y se apropia del espacio, no hay una estructura de butacas y los niños van hacia el escenario a interactuar. Se da un rompimiento de la cuarta pared, hay un diálogo y la gente entiende que hay una libertad de movimiento, pero que no molesta al intérprete ni corta el proceso de la obra.

¿Qué puedes contarnos de la cartelera de esta versión?

-La programación es una mixtura, que pueden encontrar en nuestra página web. Tendremos clown, marionetas, también teatro-objeto, montajes muy corporales y cuentacuentos. Mezclamos de todo un poco para que la audiencia pueda disfrutar de experiencias diversas.

¿Cómo es la nueva escenografía que usarán este año?

– Tendremos una escenografía distinta, una carpa estilo gitana oscura que dará una nueva visualidad a las obras, abriendo posibilidades. Este concepto de la carpa es muy de circo y eso reúne harto a la familia, genera un imaginario popular de la cultura y eso cambia la actitud del público, es como una fiesta.

¿Cuáles son tus palabras de invitación a la gente que lea esta entrevista?

-Primero que todo, que vengan al parque, tenemos un museo pegado al teatro, pensado para niños y niñas, donde los cuadros se pueden tocar y hay para escuchar, oler, sentir. Y este festival está ligado al Museo, somos un bracito, donde se invita a la gente a la educación y la cultura.

Se trata de obras que están pensadas para la patota, para los niños y las niñas. Nos van a hacer reír, a meter en un mundo mágico de objetos y de colores. Es una invitación a desconectarse post pandemia en este lugar, que nos entregará juegos, diversión.

E invito en torno a disfrutar la familia teatral, es como hacer una sobremesa entretenida de fin de semana, y vemos estas obras donde el público se repite muchas veces. A compartir en familia, a la antigua, a dialogar. Y con los talleres se genera aún más conexión, que a parte de entregarte ese mundo mágico el intérprete te enseña como hacerlo, y toma un círculo eso de la educación artística. Te enseño, actúo y comparto el oficio, eso es que estamos creciendo en lazos, en ideas, vínculos. Demasiado orgulloso del festival.