Estuvieron en Lollapalooza.. y no como músicos. Se trata de Bekanvas, el emprendimiento de Diego Carrasco quien desde Viña del Mar comparte su creatividad a través del diseño textil. Comenzó vendiendo sus ilustraciones en Paseo Atkinson y hoy ya están consolidándose, todo hecho de manera local. Conoce su historia:

¿Cuándo y cómo nació Bekanvas?

-Desde hace tres años que existimos. Yo estudié Arquitectura en la UV y empecé a vender croquis el fin de semana a los turistas. Después empecé a vender poleras con motivos de Valparaíso, buscando tener un diseño distinto y hacerlo más callejero. Y ahí empezó a irme bien y comencé a venderle a muchas personas que venden souvenirs en Valpo a concesión, me empezó a ir bien y trabajaba mucho menos. Cuando salí de la universidad y terminé la carrera, tenía este bichito de qué dedicarme, a  la vez tenía guardada la plata de las poleras. Y ahí decidí armar Bekanvas y hacerlo con mejor producción, menos artesanal. Como crear una marca.

¿Qué quieres transmitir con tu creación?

-Siempre ha ido cambiando. Es algo muy lúdico, de colores, buena onda, nos enfocamos en transmitir eso. Lo que descubrí en el proceso, es que la marca produce en la gente, y es mucho interés. Somos una invitación a que la gente se atreva, en especial por los colores. Nace para quienes quieren que sepan que son diferentes. 

¿Cómo es trabajar con moda desde la Región de Valparaíso?

-Es súper difícil. Siempre tira mucho Santiago, pues allá está todo lo que son eventos, insumos, no hay ferias, tenemos varios compradores de allá. Lo que hay acá es muy poco profesional aún, falta por mejorar en el ámbito de las ferias por ejemplo.

¿En que estás ahora?

-Ahora estamos en un periodo de creación, haciendo hartas cosas que hay que lanzar, diseños, que es un proceso que cuesta un poco porque abarco mucho trabajo con la parte comercial y retraso los nuevos diseños. Siempre estoy a la deriva de si seguir en Chile, o si poner una tienda, o si probar suerte en otro país. 

¿Cómo fuiste encontrando el concepto que querías transmitir?

-No fue algo que busqué. Siempre me atrajeron los colores, antes pintaba murales y siempre me acerqué a éstos. Eso es lo que se me dio más natural. La ilustración y los murales me inspiraron más en este sentido. Al inicio simplemente hice la ropa y no sabía qué era, sí sabía que era un estilo callejero, pero terminó siendo todo lo contrario, fue algo que se descubrió en el proceso. No me quiero encasillar en categorías.

¿Con quienes más trabajas?

-Yo soy el que diseña, quien saca la foto, el que escribe los posts, todo lo que se ve lo hago yo. Hay señoras que confeccionan, quienes cortan las prendas, dependiendo de los momentos somos como 7 personas. El taller está en Santa Julia en Viña del Mar, y trabajamos con gente que es local, del sector.

Fui encontrando gente que agarrara la mano de lo que hacía. Pasamos por millones de personas hasta que vas seleccionando, siempre la idea es trabajar con gente del barrio.

¿Cómo armaste todo?

-El primer año fue súper lento, pero mantener todo era caro, entonces del minuto uno tenía que vender, siempre tuve esa presión que la vi como algo “bueno”. Entonces así fue el primer año que estuve solo. Al segundo las ventas se estabilizaron, pude contratar a un equipo. Y este tercer año es más consolidado, ya pasamos lo peor y nos va mejor. Siempre vendiendo en línea.

¿Qué es lo que más te gusta de este trabajo?

-Mi tema nunca ha sido ganar lucas, siempre me ha gustado dibujar. Y me metí a arquitectura por eso. Bekanvas es lo mismo, yo hago lo que me gusta, me hago ropa para mí y si a la gente le gusta bacán. Y he coincidido con mucha gente, eso me atrae. Ver hasta dónde puedo llegar con esto. Podrían haber sido murales, yo creo que Bekanvas es más que ropa, podría ser un mundo que se va a expandir. 

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