Juan Carlos “Jota” Ampuero tiene 34 años y es ilustrador. Es de Punta Arenas pero vive en Valparaíso desde sus 18 años, cuando llegó a estudiar Artes Visuales. Desde entonces se ha desarrollado en la ciudad puerto, primero como músico y luego como ilustrador. Quisimos explorar más sobre sus procesos y gustos en la siguiente entrevista:

¿En qué te fijas a la hora de crear algo?

-Me fijo en situaciones cotidianas de muy bajo perfil, sencillas y que me hablen de una conducta que no es solo mía, sino de algo general de la gente. Son detalles muy pequeños. Por ejemplo ahora tengo una idea del momento en que presionas el botón cuando paras la micro. Es algo a lo que no le doy tanta reflexión, sino que es lo que llama la atención de manera primaria. Así me siento cuando me doy cuenta de que algo va a terminar en dibujo, que es cuando veo algo que me gusta. No sé bien cuál es mi criterio, pero que comunique algo.

¿Hace cuánto haces este ejercicio y te vinculas a la ilustración?

-Creo que siempre lo he hecho solo que ahora lo tengo sistematizado, ahora me doy cuenta. Veo trabajos que hice hace doce años atrás y se asemejan. Me doy cuenta también de que tengo una manera de componer la imagen, por ejemplo al usar líneas diagonales en la composición. Aunque trato de no pensar en eso mientras hago una obra.

¿Qué crees que te llevó a la ilustración?

-Bueno, llevo en esto muy poco tiempo de mi vida, quizás hace dos o tres años a lo más lo incorporé como un oficio con el que me puedo ganar la vida. Antes hice otras cosas: estudié artes visuales, tuve dos bandas, estuve en educación. Pero reencontrarme con estas ganas de dibujar es algo que viene desde el colegio, de chico, y que cuando entré a la universidad aparecieron otras cosas que llamaron mi atención. Se me abrió un gran campo de visión. Y como que ahora estoy retomando una posta de más chico.

¿Cuando eras niño cómo era tu relación con la ilustración?

-Dibujaba harto. Más que nada, dibujo para llamar la atención de la gente. De niño era muy tímido e introvertido, y me costaba socializar. Cuando me di cuenta de que dibujaba bien, y la gente se acercaba a mí, se generaba una conversación. Lo ocupaba – hasta el día de hoy – para conectar con la gente.

Con la música, ¿cómo fue tu proceso?

-Creo que el motor es un poco el mismo que el de la ilustración. Yo no me dedico a la música todo el día, me gusta porque puedo lograr algo, como conectar con la gente como te decía, o emocionar. La música me produce mucho placer, tanto escucharla como hacerla. Saliendo de la U, a los 23 años, aprendí a hacer canciones y ahí fue que tuve las experiencias en bandas: ParaRayar y Técnicas Manuales. 

¿Cómo fueron esos años en que estabas en la música?

-Aún me pasa que me demoro y me debo esforzar mucho por hacer una canción, pero me gusta tanto lo que puede llegar a producir, que le doy mucho tiempo a la música. No tengo un gran oído o algo así, pero sí he trabajado mucho para hacerlo bien y creo que lo he logrado. Como decía Jorge González, “el talento viene por las ganas”. A veces me toma tiempo sacar una canción, pero está bien. Las letras también son muy importantes para mí y eso es un espejo de lo que hago en lo visual: me agarro de cosas cercanas, familiares, biográficas.

¿Con qué te gusta colaborar desde el dibujo y desde la música?

-Hago ese cruce entre ilustración y música, en especial cuando tuve bandas. Ahí me metí al circuito de la música más independiente, y al conocer gente ligada a la música, a quienes les gustó mi trabajo cuando vieron que me dedicaba al dibujo. Me llamaron para hacer portadas, afiches, entre otras piezas. Eso me sirvió mucho para poder afirmarme y ganarme la vida, ya que hoy vivo de esto. Fue una colaboración muy natural ya que entiendo lo importante que es la imagen para representar la música. 

¿Qué piensas de Valparaíso como ciudad que alberga una multiplicidad de oficios y expresiones artísticas?

-Es curioso sentirse parte de esa población, lo que me pasa hace poco personalmente. Yo no me vinculo mucho con la ciudad en ese sentido, con Técnicas Manuales sí a través de la música, ya que hablaba del territorio y del cotidiano. Sí hay artistas o colectivos que se vinculan más políticamente con la comunidad, yo creo que lo que hago conecta desde lo afectivo. 

Sí veo que está lleno de gente que hace cosas muy bacanes y he podido ir conociendo poco a poco a más personas con oficios relacionados que admiro mucho.

¿Qué te gusta visitar en cuanto a cultura?

– Creo que de a poco voy más a instancias de artes visuales, no suelo mucho hacerlo. Lo que sí me gusta es ir a comer, eso me produce una gran satisfacción. De a poco estoy saliendo más a instancias sociales relacionadas a la cultura. Además de eso soy un gran consumidor de música, de lo que estoy muy pendiente: qué es lo nuevo que hay, en especial en español.

Además, actualmente has experimentado como DJ, ¿es así?

-Eso es algo que me ha gustado mucho que he hecho en el último año. Normalmente no soy de fiestas o de bailar, pero hace como un año que he sido DJ en varias fiestas, principalmente de cercanos. Me divertía mucho poniendo música toda la noche, y me empezaron a contratar para diversas actividades. Creo que es algo que me gustaría seguir haciendo y perfeccionando. Seguro que será algo que explotaré más.

¿Hay algo de la música que te guste que quieras recomendar?

-Mira, de Valparaíso, Mora Lucay, tremenda cantautora que hace un trabajo muy profundo y original. También Javi Electra, que es muy buena y está grabando material actualmente. 


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