Yaghan Audiolab es el proyecto personal de Jorge Rodríguez, quien siendo Ingeniero Civil Mecánico de profesión comenzó hace seis años la aventura que lo llevaría a tener este emprendimiento totalmente fuera de su zona de confort, hasta transformarse en un experto de los equipos de sonido.

Aislado de todo el mundo, en medio de la naturaleza limachina y sin interrupciones es que trabaja Jorge, en su estudio/taller donde elabora dedicadamente cada pieza que hace: tocadiscos, ecualizadores y sistemas de sonido de primer nivel. 

¿Cómo partió Yahgan Audiolab?

-Comencé con esta idea en un momento determinado hace unos seis años. Durante años he sido un fanático de los equipos de audio. Desde niño me llamaron mucho la atención, en especial los equipos ochenteros que tenían una gran oferta de diseños y especificaciones. Con el tiempo y el renacer del sonido análogo como algo de moda, decidí comprarme una tornamesa y esto me abrió la pregunta de cómo podría yo hacer una, y comencé tímidamente a aprender. Empecé con esa pieza y de a poco fui armando altavoces y las otras piezas, así fue escalando.

¿Cuál es tu relación con la música y el sonido?

-Cuando era niño, la casa de mis padres tenía un espacio que arrendaban a un caballero que tenía una reparadora electrónica. Tenía 4 ó 5 años cuando me iba a meter ahí, siempre con mucha inquietud por los equipos de sonido y cómo los restauraba y armaba. Entonces siempre he sido un enamorado del tema y busco la mejor calidad de sonido en los equipos.

¿De qué manera aprendiste de este oficio, que difiere mucho de tu profesión?

-Al inicio tuve que estudiar mucho. Contraté a unas personas para que armaran la tornamesa, pero haciéndolo yo mismo descubrí que podía lograrlo en mejor tiempo y a mí manera. Fui “machacando” mis conocimientos, pues era algo muy lejano a mi entendimiento. Di la vuelta al mundo por Internet buscando las piezas para encontrar la mejor “fórmula”, conociendo materiales, y cuando di por fin con cada uno de estos elementos fue que me lancé a armar una línea de productos, pensando en lograr un diseño especial y único.

¿Cuándo pasaste de tener este “pasatiempo” u obsesión a vender equipos?

-Hace unos tres años más o menos tuve la osadía de tirarme al mercado y vender mis primeros equipos. De ahí fui haciéndome conocido, muy de boca en boca, entre amigos o conocidos. Ya en la actualidad tengo una línea armada de audio completa, además de una línea de altavoces que fabrico como cápsulas, transformers y, por otra parte, insumos que importo de Estados Unidos, Japón e Inglaterra, ya que represento a algunas marcas.

¿Cuál es tu principal impulso o motivación?

-Más que nada tengo ganas de hacer las cosas diferentes, y demostrar que en Chile se pueden hacer propuestas interesantes. Hay mucha estigmatización sobre lo que es hecho en nuestro país, entonces lo primero que hice fue mis equipos parecieran de manufactura internacional.

Además, tienes una propuesta de valor interesante: son equipos de primer nivel y diferentes unos de otros.

-Claro, es que el mundo del audio es muy profesional y cuidado, no es fácil entrar a ese mercado. Esto no es una producción masiva de tornamesas u altavoces, sino que fabrico especialmente la pieza para el cliente, es única. De hecho en la misma línea de productos, nunca son iguales. Siempre uno tiene una diferencia con el otro. Cada pieza es como una obra, irrepetible y hecha a medida del cliente.

¿Ha sido muy desafiante darse a conocer dentro de un mercado internacionalmente tan exigente y competitivo?

-Me fue difícil dar a entender mi propuesta, pero siempre hay quienes creen en tus cosas y gracias en especial a las redes sociales he podido darme a conocer y abrir camino poco a poco. Intento no dejarme llevar por lo externo, sino que enfocarme en desarrollar mis productos cada vez mejor.

No olvides seguir a Yahgan AudioLab en su página web.