El recién pasado domingo 22 fue el Primer Encuentro de la Red Colaborativa de Oficios de la Lana, que reunió distintos oficios, materiales y disciplinas en Limache. 

La instancia tuvo por objetivo además lanzar el sitio web www.redcolaborativadelalana.cl que contiene un catastro de cultoras y cultores dedicados al ciclo creativo y productivo de la lana en la Reserva de la Biosfera La Campana Peñuelas.

Conversamos con Tamara Cortéz, quien es parte de AÚNA, Tierra diversa, colectivo que se dedica a  potenciar las artes, los oficios y el desarrollo de manufacturas con materiales naturales, y que a través del proyecto Red Colaborativa de la Lana busca dar valor a esta labor ancestral para fortalecer los vínculos y la identidad local. 

Tamara vive en Valparaíso y desarrolla su trabajo en torno a “la gráfica, la pintura y el tatuaje, que son haceres tempranos de mi trabajo. A esto le sumo la exploración en lana e hilos, que se ha ido presentando y que me da un gran campo de opciones para experimentar. En eso hago bordado y figurillas en fieltro agujado, basado en un imaginario que tengo”.

Tamara, ¿quienes son parte de AÚNA y cómo surge esta red?

-AÚNA Tierra diversa está compuesto por 8 mujeres que habitan en este territorio, desde Valparaíso, Limache y Quebrada Alvarado. Venimos de diversas artes y oficios y nos une el valor por la visibilización de la identidad cultural de este territorio. Entonces buscamos proyectos que muestren este vínculo entre la naturaleza y cultura. Potenciando las artes, los oficios, la investigación y el desarrollo de manufacturas como materiales naturales. 

El proyecto específico de la red colaborativa de la lana que somos 5 integrantes de las 8 del colectivo. Surge entre nosotras la búsqueda de fortalecer la economía local que se genera en torno al patrimonio textil. Propiciamos revalorizar y vincular las prácticas artesanales que son parte del ciclo productivo y creativo de la lana, como el tejido, teñido, y a las personas que son quienes mantienen estos saberes en el territorio.

¿Cómo fue surgiendo este encuentro y qué significa para ustedes esta instancia?

Este encuentro propicia la reunión crianceros, tejedoras, y quienes trabajen en turismo por ejemplo. Hay música y performance y cubre la necesidad de un espacio para vincularnos desde el oficio textil. Algo que propicie el conocernos y darnos cuenta que compartimos el lugar en que vivimos y el goce por el oficio desde diversas miradas. Hablar de fortalecer una economía local en torno a la lana.

Para eso tenemos tres conversatorios en torno al lanzamiento de www.redcolaborativadelalana.cl, en la misma página habrá un insumo sobre el proceso que se vivió colectivamente y hay un montaje demostrativo de nuestra experiencia con las tejedoras semilla, con quienes compartimos este viaje y valoramos y visibilizar el trabajo que involucra hacer una prenda 

El encuentro en el fondo es una invitación para quienes trabajen con lana en el territorio. aunque tejan con otros materiales. La idea es asociarnos para abrir sus posibilidades. 

¿Por qué poner este oficio particularmente en realce? ¿Qué lo ha caracterizado en sus vidas que las llevó a este punto?

-A nombre del colectivo, hablo desde las importancias que nos conforman. La importancia del tejido la vemos desde el oficio y su materialidad, tiene relación con la activación de un tejido social entre mujeres, cultoras, para la creación de memoria, regeneración y cuidado de la vida. El tejido nos invita a conectarnos con el lenguaje de las abuelas, las ancestras. abre el hablar sobre una forma de hacer y dialogar con un tiempo diferente, un tiempo pausado, que es el que requieren los oficios. Todo es una trama de relaciones que vincula cosas profundas, como la red misma de la vida, el tejido nos abre la percepción de una trama y que esta se puede manifestar de maneras más amplias.

Más información en https://redcolaborativadelalana.cl/