Jaime Córdova “El público porteño necesita este espacio para poder reflexionar bajo circunstancias que no se dan en otros festivales”

Este año el Festival de Cine Recobrado de Valparaíso cumplirá 25 años difundiendo y llevando de regreso a la pantalla grande joyas de la cinematografía nacional e internacional, ya sea en su formato original (16 y 35 milímetros) o exhibiendo piezas que han sido restauradas y digitalizadas.

La 25° edición se realizará de manera híbrida entre el 4 y 12 de noviembre, con funciones presenciales en Teatro Condell, el Teatro Municipal y el Parque Cultural de Valparaíso, además de muestras y un simposio en línea.

Su director Jaime Córdova explica que el objetivo de este Festival es “mantener vivo el rescate y difusión de piezas patrimoniales e imprescindibles del cine mundial, continuando con la proyección en soporte fílmico (que hoy es toda una rareza) e impartiendo los simposios internacionales, desarrollando temas en torno al cine chileno y a directores clave de la historia del cine”.

“Es difícil acercar al público a directores que pueden ser lejanos y distantes culturalmente, por lo que hemos suavizado un poco los contenidos para generar una fidelidad con la comunidad de asistentes, e ir recuperando poco a poco el terreno que hemos perdido por la falta de interés en el buen cine, y el facilismo de las multipantallas que hace que la gente se vuelva cómoda y no salga de sus casas. Ir al teatro es un sacrificio, y nosotros lo sabemos. Respetamos y valoramos a todos quienes llegan a acompañarnos”, dice

¿Cuál es tu visión del festival hoy día, a 25 años de sus inicios?

El festival debe ser una ventana de exhibición y difusión de aquellas piezas de importancia histórica y cultural, con películas encontradas, restauradas y provenientes de archivos nacionales y extranjeros. Es una mirada amplia sobre nuestra historia como país a través del cine, y de las particularidades de otras nacionalidades. En ese sentido el festival es también una instancia de educación, formación cultural y estética de la cual el ciudadano porteño puede beneficiarse.

En estos 25 años, ¿cuáles sientes que han sido los mayores hitos de Cine Recobrado?

La existencia misma de este festival es un hito. Ya cumplimos un cuarto de siglo, y creo que va a haber festival para rato. Queremos seguir acompañando a un público porteño que necesita este espacio para poder pensar, reflexionar en torno a la historia y aprender bajo circunstancias académicas y comunitarias que no se dan en otros festivales. Los mayores hitos son, sin duda, los simposios internacionales sobre directores de cine, algunos de ellos publicados como libros (Welles, Eisenstein, Buñuel, Kubrick); la competencia nacional de documentales, nacida bajo el imperativo de dar a conocer los trabajos de los documentalistas nacionales quienes, a fines de los 90 y comienzos del 2000, tenían pocas ventanas de exhibición. Hoy los festivales con muestras documentales han proliferado en todo el país y ello hizo que el festival desistiera de este intento. En ese sentido, cumplió su misión, y luego de ello ha seguido un rumbo patrimonial.

¿Con qué se encontrará el público del 4 al 12 de noviembre? ¿Cuáles son los grandes hitos de la programación?

Un resumen de estas dos décadas que contiene algunas de las películas más significativas que se han exhibido, por lo que tendremos una retrospectiva con documentales que en su momento fueron parte de la competencia y que ganaron el Santiaguillo, premio instaurado por Alfredo. En definitiva, será una fiesta cinéfila, con películas de Joris Ivens, Orson Welles, Federico Fellini, Silvio Caiozzi, Luis Buñuel, Sergei Eisenstein, Werner Herzog, Rainer Werner Fassbinder, Pedro Sienna, y todos aquellos grandes a los que se le dedicó un espacio en el transcurso del festival.

¿Qué opinas del actual comportamiento de los públicos? 

El festival se benefició durante su primera década de un público universitario con intereses diversos y profundos. Esa generación egresó, y las que les sucedieron llegaron con el notebook, el teléfono celular, la tablet y nuevos dispositivos para ver y descargar películas. Nuestra misión es enseñar a ver el cine analógico como “la manera” de aproximarse al invento de los hermanos Lumiére y contemplar la imperfección del cine, que es justamente donde reside su encanto, en las imágenes con rayas y saltos, donde se puede ver el paso del tiempo y la dimensión orgánica del soporte fílmico. Lo digital no tiene eso. Lo digital no es cine. El desafío del festival está en la reconversión del público, y en enseñar el valor de lo analógico, lo cual no desapareció por un tema cualitativo, sino por costos. La industria que se formó al alero del soporte fílmico, lo traicionó y lo mató. Pero este festival se las trae, y no cejará en su intento por rescatar del pasado y del olvido aquellos viejos rollos de películas. Son tesoros que debemos compartir y enseñar a valorar.


JAIME CÓRDOVA
Director del Festival Internacional de Cine Recobrado de Valparaíso desde el año 2014. Titulado de Periodismo, con el grado académico de Licenciatura en Comunicación (Universidad La República); Magíster en Comunicación por la PUCV y Diplomado en Cine por la PUC, se desempeña como docente en las cátedras de Historia del Cine, Cine Chileno y Apreciación Cinematográfica en la UVM; Lenguaje Cinematográfico en la Universidad Finis Terrae; Cine y Literatura en la UPLA; Géneros Cinematográficos y Restauración fílmica en Duoc UC.


Más información en www.cinerecobrado.cl / Consultas a mail contacto@cinerecobrado.cl

Redes sociales: Facebook @cinerecobrado / Instagram: @cinerecobradovalparaiso

El 25º Festival Internacional de Cine Recobrado de Valparaíso es organizado por la Corporación Cultural María Graham, financiado por el Fondo de Difusión Patrimonial Audiovisual del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y patrocinado por el Departamento de Cultura de la Alcaldía Ciudadana de Valparaíso. Además cuenta con la colaboración del Instituto Chileno Norteamericano de Cultura de Valparaíso, DUOC UC Viña del Mar, la Universidad Viña del Mar, la Cineteca PUCV y el Parque Cultural de Valparaíso.